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lunes, 19 de enero de 2009

Mi menú preferido


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Mi menú preferido


Mi refrigerador estaba vacío, mi alacena pedía atención

Visité la bodega proxima para llenar mis añoranzas


Desayuno infaltable visite la sección de panes, lácteos, carnes y jugos

Abrí dulcemente el pan de tu corazón

Lo impregné de mantequilla con tu dulzura

Mezcle sabores apasionados con tu mirada

Saborie la hamburguesa que vertiste en mi ser

Refrescaste mi alma con tus jugos de placer


El almuerzo siempre fué el mas importante

Para deleitar los potajes se me antojo una sopa suculenta


Movía con tu fuerza los fideos enredosos

Adjuntaba con tus manos tiernas las legumbres y carnes

Con una pizca de tu pircardía

Esperaba con tu paciencia la cocción de nuestros proyectos


Cae la noche y el gusto del postre

Que entre cerezas y miradas sinceras

Cubres con fudge nuestro paraíso


Maritza Cervantes Enero 2009


Nous sommes comme étranges

76

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Nous sommes comme étranges


La premiere fois qu’on s’est regardé vis a vis

On ete des etranges

Il y avait cette timide des ados et des regardes en bás

Apres... la doute, le silence, la fatigue


Des petit en petit on s’est approché

Nous avons traverse le mur lourde que toujours nous avez serparé

Et finalement un peu de gouts sur les levres

C’etait un amour d’ados, d’un premier amour

Après la folie qui nous rends ivresses

Avec des regards qui tuent avec des brass tous nus


Parce que nous ne somme plus d’etranges

On a vecu tout le temps perdu en quelque secondes

Et maintenant on se reconnait

Oui… tu as ete toujours mon amour


Maritza Cervantes enero 2009

Él estaba cansado


75

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Él estaba cansado

( Primer Beso)


Hay algunas cosas que cansan

Treinta y seis hora quizás más

Atraparon su alma y sólo...

Quedaron sus ojos tristes


Tuve miedo de enfrentar su mundo

Pero mi osadía fué mas grata

Me perdí en sus ojos y me llevé por sus roces


Besos retrazados de años perdidos

Añoraba succionar en viva voz

Absorta de la veracidad


Un ósculo, varios vertidos en su ser

Me despejo tantas cosas que quisiera

Impregnar esos segundos en horas

Elevandonos al octavo cielo sin retorno


Maritza Cervantes enero2009